Una colaboración de "bajo riesgo", pero con mucho que decir
Más que una jugada arriesgada, esta alianza con Xbox parece una estrategia de posicionamiento inteligente. ASUS aporta su experiencia construyendo hardware premium en la familia ROG Ally, mientras que Microsoft refuerza la presencia de Xbox en el ecosistema PC.
El resultado es un dispositivo que mejora en todo lo técnico de los handhelds de ASUS, pero que aún tropieza con el mismo obstáculo de siempre: Windows no fue pensado para pantallas táctiles ni para el flujo rápido de una consola. pero... ¿Que hicieron para minimizar ese problema? Bastantes cosas de hecho, sin minimizar esta propuesta de "poco desarrollo" han conseguido algo bastante cohesivo y rapido.
Windows 11, el eterno “casi” del gaming portátil
Aunque (dicho sea de paso) muchos esperábamos una versión de Windows para gaming más parecida al entorno de Xbox Series X/S un sistema que optimiza DirectX desde su base, Microsoft optó por el camino práctico: ajustar Windows 11 con una interfaz a pantalla completa y una ligera optimización de procesos (debloating).
¿La sorpresa? Funciona sorprendentemente bien.
El arranque es rápido, el sistema entra y sale del modo suspensión casi como una consola y la estabilidad está a otro nivel. ASUS y Microsoft parecen haber trabajado especialmente en esa capa del sistema operativo que siempre flaqueaba en los handhelds con Windows.
Claro, sigue siendo Windows completo, lo que tiene su lado bueno: podemos conectar el dispositivo a un monitor externo, teclado y ratón, y usarlo como una mini laptop de alto rendimiento.
Hardware más maduro, diseño menos portátil
En el terreno del hardware, ASUS demuestra madurez. La sinergia con AMD ya está más que consolidada, y se nota.
Sin embargo, el nuevo Ally X es un poco más grande y menos portable que su predecesor, sin añadir funciones revolucionarias.
Seguimos sin trackpad (algo que los jugadores de estrategia o point and click seguimos esperando), pero hay mejoras claras en la ergonomía: mejores grips con certificación Xbox, mejor distribución de botones y un tacto más natural en los sticks.
Dos versiones, una visión compartida
Tanto el ROG Xbox Ally como el ROG Xbox Ally X llegarán el 16 de octubre de 2025 a México y otros mercados globales.
Estas son sus principales diferencias:
-
ROG Xbox Ally: Ryzen Z2 A (4 núcleos Zen 2 / 8 hilos / 8 núcleos RDNA 2), 16 GB de RAM LPDDR5X-6400, SSD de 512 GB y batería de 60 Wh.
-
ROG Xbox Ally X: Ryzen AI Z2 Extreme (8 núcleos Zen 5 / 16 hilos / 16 núcleos RDNA 3.5 + NPU integrada), 24 GB de RAM LPDDR5X-8000, SSD de 1 TB y batería de 80 Wh.
Gaming con IA y optimización desde el primer día
Xbox no se quedó atrás: trabajó con estudios de videojuegos para lanzar un programa de compatibilidad optimizada para portátiles, donde los títulos aparecerán con etiquetas como “Optimizado para dispositivos portátiles” o “Mayormente compatible”, garantizando una buena experiencia sin ajustes complicados.
Además, se incorporan tecnologías de IA como:
-
Auto SR (Super Resolution): mejora la resolución y fluidez en tiempo real sin intervención del desarrollador.
-
Resúmenes destacados: genera clips automáticos de tus mejores momentos en juegos.
Conclusión: un paso sólido, pero no el definitivo
El ROG Xbox Ally X se siente como el resultado de años de refinamiento por parte de ASUS y AMD, ahora con el sello de Xbox.
Sin embargo, mientras Windows no tenga una interfaz diseñada desde cero para gaming portátil, seguirá existiendo esa sensación de que el hardware está un paso adelante del software.
Aun así, este es el handheld con Windows más equilibrado y usable hasta la fecha. Y si esto es solo el inicio de la colaboración ASUS–Xbox, el futuro pinta prometedor para quienes soñamos con una consola PC que, esta vez sí, se sienta como consola.
Comentarios
Los comentarios se cargarán automáticamente...