De la línea de ensamble a la IA: ¿cómo Ford lleva 100 años “reinventando” la rueda?
Cuando Henry Ford implementó la famosa línea de ensamble en 1913, no solo transformó la industria automotriz: abrió la puerta para que la tecnología definiera cómo se fabrican, usan y entienden los vehículos. Más de un siglo después, Ford sigue insistiendo en que la innovación es su ADN… pero ¿cómo se ve realmente esa evolución en México? Y, sobre todo: ¿hasta dónde puede llevarlos la inteligencia artificial?
Lo cierto es que la historia de Ford en México es una especie de laboratorio continuo: desde sus primeras plantas ensamblando 10 autos al día, hasta integraciones de IA que hoy parecen sacadas de ciencia ficción. Aquí te contamos cómo ocurrió esa transición (y por qué importa.)

Cuando 10 autos al día eran una revolución
En 1926, la línea de montaje de Ford llegó a México para echar a andar la planta de San Lázaro. Primero lograban ensamblar 10 vehículos diarios; después de ajustes, subieron a 30. Para la época era un logro enorme. La segunda planta, La Villa, ya producía 100 unidades.
Hoy, ese número parece ridículo: la planta de Hermosillo fabrica alrededor de 1,400 vehículos al día.
La pregunta es inevitable: ¿qué transformó realmente esa capacidad? La respuesta corta: tecnología. La larga… sigue abajo.

Cuando la mecánica conoció lo digital
En 1951, Ford instaló en México su primer centro de procesamiento de datos con tecnología IBM. Las “computadoras” de aquella época eran gigantes y funcionaban con tarjetas perforadas, pero marcaron un punto de no retorno: los datos entraron al negocio automotriz para quedarse.
Eso abrió el camino para una evolución exponencial que hoy sostiene el negocio: simulaciones, análisis, manufactura, diseño y decisiones basadas en información en tiempo real. Lo digital dejó de ser accesorio y se convirtió en el motor oculto detrás del motor.
Hitos tecnológicos que cambiaron la forma de fabricar y diseñar
Robótica industrial
La planta de Tlalnepantla dio el primer salto en los 80 al integrar prensas modernas para el Ford Topaz. Hoy, las líneas de producción de Ford están llenas de robots de última generación, afinando precisión y rapidez.
Centro de Ingeniería → GTBC
Con la planta de Cuautitlán Izcalli llegó también una pista de pruebas y laboratorios. Ese espacio detonó lo que hoy es el Global Technology and Business Center (GTBC), equipado con cámaras ambientales, simuladores solares, escáneres 3D con realidad aumentada, laboratorios de materiales, robots y hasta un hexápodo para pruebas de combustible.
El diseño automotriz “hecho en México” dejó de ser sueño y se volvió una operación global real.
Maker Space: donde las ideas se prototipan
Ubicado en el GTBC, este lugar está pensado para liberar la creatividad de ingenieros y de cualquiera dentro de Ford. Incluye realidad virtual, aumentada, impresoras 3D, taller y garage para crear prototipos funcionales. Es un mini laboratorio de inventores dentro de una empresa de 100 años.
IA para seguridad en plantas
En Cuautitlán nació HIRA, una herramienta que usa IA para leer, clasificar e interpretar comentarios sobre riesgos. Puede sugerir acciones preventivas y acelerar la mejora de seguridad industrial. De nuevo, tecnología al servicio del terreno.
Sync: la conversación entre tú y tu auto
Presentado en CES 2007 junto a Microsoft, Sync fue uno de los primeros sistemas de infoentretenimiento realmente inteligentes. Hoy, su cuarta generación permite hablarle al vehículo con lenguaje natural: desde pedir una cafetería cercana hasta decir “tengo calor” y ajustar el clima.
Menos comandos robóticos, más interacción humana.
Ford App
La app conecta al usuario con su vehículo a distancia: abrir/cerrar, encender, localizar asistencia, todo desde el celular. El auto ya no es solo un objeto físico, ahora también es un servicio conectado.

¿Qué significa todo esto?
Significa que Ford no solo evolucionó: se reinventó varias veces. Pasó de optimizar líneas de producción a integrar IA, robótica, simulación avanzada y plataformas digitales que cambian la experiencia del vehículo.
La compañía insiste en que su misión es mejorar continuamente. Lo interesante es ver que, más allá del discurso, la historia sí muestra esa progresión: del ensamble manual al análisis computacional, de la robótica al lenguaje natural en el automóvil.
Hoy Ford se posiciona para una movilidad más inteligente, modular y conectada. Y si la historia sirve de referencia, el siguiente salto (quizá autónomo, quizá completamente eléctrico, quizá impulsado por IA generativa) ya está en camino.
100 años de Ford en México: una marca que no se ha frenado
Con un siglo de operaciones, empleos, plantas y modelos icónicos producidos en el país, Ford sigue siendo un actor clave en manufactura, diseño, ingeniería y ahora tecnología aplicada a la movilidad.


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